2. Limpia la bañera con jabón para platos y una escoba
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La limpieza de la bañera puede ser una tarea tediosa y exigente física y mentalmente. Sin embargo, existe un truco que puede facilitar este proceso y aliviar la tensión en la espalda y las rodillas. En lugar de inclinarse sobre la bañera, rocíe una generosa cantidad de jabón para lavar platos directamente sobre la superficie y, utilizando una escoba limpia, frote enérgicamente hasta que toda la suciedad y los residuos se desprendan. Esta técnica aprovecha la eficacia de los agentes limpiadores del jabón para platos, combinada con la acción mecánica de la escoba, permitiendo una limpieza profunda sin el esfuerzo adicional de arrodillarse o agacharse. Finalmente, enjuague la espuma restante con agua, y voilà, ¡tendrá una bañera reluciente como nueva!
