14. Comprar batidos comprados
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Un batido es una gran manera de obtener una buena cantidad de frutas y verduras y sus vitaminas, minerales, antioxidantes y fitonutrientes. El problema es que, si compramos uno por conveniencia en una tienda, es probable que haya algún tipo de azúcar agregada para agregar dulzura que atraiga a nuestro paladar. A pesar del hecho de que el azúcar viene en muchas formas, ya sea miel, jarabe de agave o jarabe de arce, sigue siendo azúcar, agrega calorías innecesarias y no proporciona ningún valor nutricional por sí mismo. ¡La respuesta a esto es hacer el tuyo propio! En realidad, es más fácil de lo que piensas; simplemente compre una licuadora o batidora como NutriBullet y ¡listo! Por lo general, necesitará líquido para usar como base, por lo que el agua, la leche de vaca o las alternativas sin lácteos como la leche de avena o la leche de guisantes rica en proteínas son buenas opciones.
Luego agregue un plátano y bayas para darle más espesor, junto con un poco de fruta picada (la congelada funciona mejor, las fresas, las cerezas y el melón son nuestros favoritos). También puedes probar con un puñado de col rizada picada si eres valiente, o espinacas si quieres algo más dulce. Por último, una cucharada de mantequilla de frutos secos o yogur para añadir proteínas. Una vez que haya combinado todo, tendrá un desayuno sabroso y saludable para llevar.