Dolor de rodilla al caminar

Causas

El dolor de rodilla es una dolencia común para muchos, y si usted es uno de ellos, puede restringir seriamente su estilo de vida. Pero el dolor de rodilla no debe impedirle hacer el ejercicio necesario para mantenerse sano y en forma.

La rodilla es una articulación compleja que une el fémur con la tibia. El cartílago cubre sus superficies, proporcionándote protección y amortiguación al caminar.

Además, la rodilla tiene dos almohadillas de cartílago llamadas meniscos que actúan como amortiguadores y aportan estabilidad a la articulación. Cuando estas almohadillas se rompen debido a una lesión o al desgaste relacionado con la edad, puede sufrir dolor de rodilla.

Otras posibles causas del dolor de rodilla son la artritis, que puede afectar a cualquier articulación. Es esencial buscar ayuda médica para ciertas formas de artritis; por ejemplo, la artritis reumatoide es un trastorno autoinmune que puede causar molestias intensas y rigidez en las articulaciones.

Tratamiento

El dolor de rodilla puede indicar inflamación o daños en ligamentos, cartílagos o músculos. El médico puede diagnosticar el origen y proporcionar tratamientos que alivien los síntomas.

El paso inicial en el tratamiento de la artritis de rodilla es dejarla descansar todo lo posible, para dar tiempo a la articulación a curarse y reducir daños mayores. Dependiendo de la gravedad del daño, el médico puede sugerir fisioterapia o el uso de una ortesis como apoyo adicional.

Para reducir el dolor y la hinchazón de la articulación, aplíquese hielo. Una bolsa de guisantes congelados o una bolsa de hielo envuelta en una toalla pueden ser muy eficaces para este fin.

La compresión también puede ser beneficiosa. Ayuda a mantener las articulaciones alineadas y estables al evitar la acumulación de líquido en los tejidos dañados.

Prevención

Mantener un peso saludable, comer alimentos nutritivos y hacer mucho ejercicio son formas eficaces de prevenir el dolor de rodilla. En el caso de las personas con sobrepeso, estas medidas pueden ayudar a reducir la probabilidad de desarrollar osteoartritis u otra enfermedad articular degenerativa que afecte a las rodillas.

Fortalecer y mantener fuertes los músculos de las piernas, como los cuádriceps y los isquiotibiales, puede proteger las articulaciones de las rodillas. Los ejercicios de equilibrio y estabilidad también ayudan a reducir la tensión sobre esta articulación.

Evite los ejercicios extenuantes, como correr y saltar, que sobrecargan las rodillas y pueden agravar el dolor. En su lugar, opte por actividades de menor impacto, como montar en bicicleta o nadar, que no las sobrecargan.