Cinco formas rápidas de fortalecer su sistema inmunológico
La defensa natural de su cuerpo contra la gripe, los resfriados, la faringitis estreptocócica y otras infecciones es su sistema inmunológico. Sin embargo, para que funcione correctamente necesita una nutrición adecuada.
Además del ejercicio, una alimentación saludable y un sueño adecuado son fundamentales. Además, algunas comidas, como el ajo y la tradicional sopa de pollo, pueden fortalecer el sistema inmunológico.
1. Consuma una dieta equilibrada.
Una de las mejores cosas que puede hacer para mantener la salud de su sistema inmunológico es llevar una dieta equilibrada. Pero ninguna dieta tiene la capacidad de "estimular" la inmunidad. Debido a que el sistema inmunológico es tan complejo, varios nutrientes tienen funciones distintas.
Llevar una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales, nueces y semillas, así como proteínas magras, es la mejor manera de garantizar que obtenga todos los nutrientes que necesita para estimular su sistema inmunológico. Estos nutrientes ayudan al cuerpo a responder a las enfermedades más rápidamente, mejoran la función vascular (flujo sanguíneo) y crean y retienen células esenciales que combaten los gérmenes. Además, disminuyen la inflamación y el estrés oxidativo, los cuales pueden provocar inmunodeficiencia. El hierro, el zinc, la vitamina A, las vitaminas B, la vitamina C, la vitamina E y la vitamina E ayudan al sistema inmunológico. Buenas fuentes dietéticas de retinol, o vitamina A "preformada", incluyen la mantequilla, el queso y el hígado. El cuerpo convierte el betacaroteno, que se encuentra en las frutas y verduras de color naranja, las verduras de hojas verde oscuro y las zanahorias, en vitamina A.
2. Obtenga un descanso adecuado.
A medida que continúa la temporada de coronavirus y gripe, dormir lo suficiente es más crucial que nunca. Los estudios revelan que la falta de sueño compromete el sistema inmunológico.
El cuerpo crea proteínas conocidas como citocinas, libera células inmunitarias y anticuerpos y combate las infecciones mientras duerme. Estos productos químicos actúan para prevenir enfermedades eliminando gérmenes peligrosos.
La primera línea de defensa contra organismos invasores es la inmunidad innata. Se compone tanto de compuestos antimicrobianos presentes en la saliva, los pulmones, los intestinos y el sistema genitourinario, como de barreras físicas como la piel y las membranas mucosas.
La inmunidad adaptativa sirve como defensa de respaldo. Las APC profesionales, o células procesadoras de antígenos, identifican especies invasoras tan pronto como ingresan al cuerpo y entregan fragmentos de antígenos a células T vírgenes. Las células T activadas luego eliminan a los intrusos.
3. Continuar moviéndote
El ejercicio puede aumentar la vitalidad y al mismo tiempo reducir el estrés, que puede afectar el rendimiento del sistema inmunológico. La actividad física regular también se ha relacionado con un mejor sueño, que es otro componente esencial de la salud inmunológica, según los estudios.
El ejercicio de intensidad moderada aumenta la inmunidad celular, lo que aumenta la cantidad y la velocidad a la que las células inmunitarias buscan bacterias y otros patógenos en el torrente sanguíneo y los eliminan, según un estudio de 2019 publicado en Physiology. Una caminata incluso breve pero vigorosa puede desencadenar este aumento de células inmunitarias.
Naturalmente, es crucial evitar exagerar cuando se trata de su régimen de ejercicio, ya que un esfuerzo intenso podría en realidad afectar la función inmune. Considerándolo todo, es recomendable mantener un grado moderado y regular de ejercicio aeróbico la mayoría de los días de la semana.
4. Beba mucha agua.
Aproximadamente el 60% de nuestro cuerpo está compuesto de agua, que se utiliza en casi todos los procesos. Ayuda en la digestión de los alimentos, la eliminación de desechos y la regulación de la temperatura. También es un componente importante de la linfa, que se pronuncia "limf", un componente vital del sistema inmunológico que caza y elimina invasores extraños, incluidos virus, gérmenes y hongos.
El primer paso para mantener tu inmunidad es beber mucha agua pura. Para agregar algo de variedad, puedes intentar infusionar el agua con té matcha, jengibre o incluso limón. Estas bebidas también incluyen otros nutrientes que apoyan la inmunidad, como flavonoides, citrato y vitamina C. Además, ayudan a prevenir la deshidratación, que puede debilitar la inmunidad y aumentar la susceptibilidad a las enfermedades. Además de reducir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea, estar adecuadamente hidratado puede fortalecer el sistema inmunológico contra las enfermedades.
5. Consuma suficiente vitamina C.
El cuerpo necesita vitamina C soluble en agua, también conocida como ácido ascórbico, para crear vasos sanguíneos, ligamentos y tendones, curar heridas y absorber el hierro. Además, funciona como antioxidante, protegiendo a las células de los efectos dañinos de los radicales libres provocados por fuentes externas como el humo del cigarrillo, algunos medicamentos quimioterapéuticos, la radiación ultravioleta del sol y los rayos X.
Una dieta equilibrada que incluya muchas frutas y jugos cítricos, fresas, pimientos rojos, tomates, verduras de hojas oscuras y brócoli le proporcionará mucha vitamina C. Si es posible, elija comidas integrales en lugar de suplementos, ya que también proporcionan vitaminas adicionales. y minerales que apoyan la salud general. Los adultos deben consumir 75 mg de vitamina C al día.