¿Cuánto tarda el ajo en bajar la tensión arterial rápidamente?
El ajo es uno de los mejores suplementos naturales para reducir la presión arterial alta. Además, puede prevenir enfermedades del corazón y derrames cerebrales.
Los estudios han demostrado que el ajo puede reducir la presión arterial hasta en un 10 por ciento. No obstante, es importante consumir ajo con moderación.
Alicina
La alicina mejora la inmunidad al estimular la producción de células que combaten las enfermedades en el organismo. Entre ellas se encuentran los fagocitos y los linfocitos, que combaten activamente las infecciones, desintoxican los compuestos tóxicos y protegen al organismo de virus peligrosos.
Antioxidantes
Además, reduce la inflamación que puede provocar hipertensión arterial. Además, sus efectos antiinflamatorios ayudan a prevenir la aterosclerosis debida a niveles elevados de colesterol y triglicéridos.
Además, el ajo puede reducir factores inflamatorios como la COX-2, la lipoxigenasa y la óxido nítrico sintasa inducible, que se sabe que desempeñan un papel importante en la aterosclerosis.
Un estudio reveló que tomar durante 30 días un suplemento de ajo junto con un tratamiento antihipertensivo estándar reducía significativamente la presión arterial sistólica y diastólica en 16,5 y 12,5 mmHg, respectivamente. Además, los niveles plasmáticos de H2S aumentaron significativamente, lo que respalda los efectos antioxidantes del ajo.
El ajo contiene compuestos bioactivos como la alicina, el sulfuro de dialilo (DAS), el disulfuro de dialilo (DADS), el trisulfuro de dialilo (DATS), el E/Z-ajoeno y la S-alilcisteína, que han demostrado tener efectos antiinflamatorios, antibacterianos y anticancerígenos. No sólo eso, sino que estos compuestos también mejoran la salud cardiovascular al potenciar los niveles de inmunidad y controlar los niveles de azúcar en sangre.
Potasio
Recientemente, un estudio reveló que el ajo podía reducir significativamente la presión arterial sistólica y diastólica con menos efectos secundarios que los medicamentos estándar para controlar la hipertensión. Un metaanálisis de 12 ensayos controlados aleatorizados con 553 participantes hipertensos confirmó este hallazgo.